Carlos entra a la oficina a las 9:00 y se va a las 20:00. Vive de reunión en reunión, tiene dos celulares y una BlackBerry. Habla de estrategia, de gestión y es muy dinámico, está en todos lados. Su rapidez mental asombra a muchos. Está asesorando a su hijo en un negocio propio.
Carlos es bueno para hacer parches, pero no sabe planificar tareas ni dirigir gente. Se llena la boca de palabras de Management cuyos conceptos nunca aplica. Siempre tiene un ejemplar de The Economist sobre su escritorio, pero lo cierto es que ni sabe bien inglés ni entiende mucho de economía ni de negocios. Abarca mucho para excusarse de lo poco que aprieta. Sólo sabe hacer cuentitas con la calculadora y nunca habla de su pasado en otras empresas.
Carlos es bueno para hacer parches, pero no sabe planificar tareas ni dirigir gente. Se llena la boca de palabras de Management cuyos conceptos nunca aplica. Siempre tiene un ejemplar de The Economist sobre su escritorio, pero lo cierto es que ni sabe bien inglés ni entiende mucho de economía ni de negocios. Abarca mucho para excusarse de lo poco que aprieta. Sólo sabe hacer cuentitas con la calculadora y nunca habla de su pasado en otras empresas.
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