El Remisero

Germán ya tiene auto propio. Se compró hace dos años un Renault Logan. Los mejores viajes los pega por la agencia, porque tiene que llevar y traer de Ezeiza a los empleados de una empresa grande. Lo malo es que esos hijos de puta se quedan con casi la mitad de la facturación. Tiene todos los papeles en regla, buena presencia y buena pilcha. Cuando pueda se compra el segundo auto y lo pone a laburar a su cuñado.

Germán la pifia cuando cree que se las sabe todas. Perdió muchas oportunidades por cabeza dura. Si bien labura sólo, depende mucho de la agencia y parece que ya lo tienen montado en un huevo… El boludo hace lo que se le cantan las pelotas. Últimamente está medio caliente porque tiene que darle laburo al vago de mierda del cuñado y no quiere saber nada.

2 comentarios:

María dijo...

Tenés en mente el taxista, primo hermano del remisero? escucha radio diez, tiene la banderita en la ventana, y un elástico en el baúl donde cuelga los trapos con los que limpia el taxi cuando va a cargar gas. Se junta en alguna plaza con otros traxistas y cada uno saca su taper y cuenta las mismas anécdotas viejas. Todos quieren creer que son arjona y se van a terminar volteando a alguna cuarentona que todavía esté buena. No hay un solo tipo físico, pero ninguno es atractivo ni está bueno, todos tienen panza y problemas de espalda por manejar tantas horas.

No puedo para de leer, se nota?

fernandes dijo...

Se nota, se nota... pero para eso estamos: para que Usted se divierta.

El factor Arjona que Usted señala es clave en la exégesis del tachero. Mis respetos.