Estefanía* captura el exceso ajeno. Capturó momentos épicos del pop y del punk; y ahora del rock. Busca compulsivamente el trash, los hitos irrepetibles… la Troya moderna ardiendo. Disfruta el vértigo de poner en un mismo plano la anorexia, el maquillaje corrido, el travestismo y el espejo con merca. Sabe transmitir el encanto de lo arruinado. Y hacerlo sin montaje y poner en sus obras el tácito sello, aunque poderoso, I WAS HERE… Exposición, sobreexposición y contrastes hacen de su personalidad un curioso reflejo de su herramienta de trabajo.
Estefanía* busca capturar su propia armonía. Se autorretrata de mil maneras hasta encontrar la perspectiva que la haga ver como desea. Se construye, se destruye, se reconstruye. A veces encuentra su armonía por contraste con el caos externo; y a veces la encuentra despojándose de todo, de su ropa, de su intimidad, de su maquillaje. Retratar su cara la relaja, exhibir sus tetas la libera y mostrar su concha la reafirma. Pero por momentos, su gran talento se ahoga en un debate entre el narcisismo y la baja autoestima. Su arte se torna repetitivo. Entonces recurre a su archivo, su glorioso archivo… lo recorre obsesivamente para ver si encuentra algo que la haga sentir orgullosa. Algo… Algo que al menos le recuerde lo talentosa que es, que al menos le recuerde que sigue viva, que debe seguir viva. Pero a veces no encuentra nada y su maquillaje se corre. Se sumerge en la bañadera y mira bajo el agua cómo todo se tiñe de rojo furioso… y cuando ya le queda poco se da cuenta que tal vez nunca pueda, o nunca se anime a capturar su propia muerte.
(*) Gracias girlontape.
(*) Gracias girlontape.
4 comentarios:
qué fotógrafa tan dark! o será su oxi-retratista que la tiñe de noir?
Una pregunta que ni el propio retratista podría responder.
Gracias por el lienzo, sistah!
interesante lo de "capturar su propia muerte"... you're such an oxi-pervert.
Una tentación paradójica...
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