La Vieja Regia

Marita es divina, siempre está haciendo cosas y contando anécdotas. Hizo el curso de guía de turismo y empezó a trabajar en la agencia de una amiga, llevando de paseo a turistas .

Marita se pone muy densa cuando empieza a contar anécdotas y novedades de gente que uno no conoce. Arranca y no para, se pone a contar de Marquitos, de los Ojea Quintana, de Elsa, de bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla. Cuenta historias de otros porque su vida es vacía, monótona y aburrida. Su meta en la vida fue casarse con el hombre ideal y ahora tiene dudas. Oculta sus frustraciones detrás de un carisma artificial y una nube de pedos. Afortunadamente ahora le charla a turistas; aunque es poco probable que siga trabajando por mucho tiempo más, porque su vagancia es crónica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Se puede tener "carisma artificial"? No puedo encontrar un ejemplo. Me parece que es algo que se tiene o se carece. Siento el carisma como algo mágico que sucede instantáneamente.
Nada, eso. Vi luz y subí.

fernandes dijo...

Hace cuánto nadie comentaba! En este blog hablamos de los oximoron que habitan en cada personaje. Y un carisma artificial es uno de ellos. Hay algunos que se desviven por emular lo natural: ya sea mente, comportamiento, o físico... como unas buenas tetas de silicona.