El Pastillero

Tomás vive en zona norte. Tiene un 207 con buen estéreo, buena pilcha y está bastante groso. Escuchaba a Paul Oakenfold y Carl Cox cuando nadie los conocía. Se traía remeras y buzos Puma de Berlín. Ahora le va David Guetta y Deadmau5. En el verano se iba a Pinamar con un arsenal de pastillas. Siempre zafó.

Tomás se pasó y salió hace poco de una internación. Empezó a escuchar voces. No tuvo que pedir licencia porque laburaba con el viejo. Ahora está volviendo a ver a sus viejos amigos, los de antes de las pastis… Aunque muy amigos no eran. Eran amigotes, compañeros de joda; que lo dejaron de ver cuando se hizo el loquito y el gay para ser más cool.

2 comentarios:

a dijo...

lei todos
todos buenos
mi favorito: el despachante de aduana
y estos de viejos.

Cariños
a

fernandes dijo...

Gracias por visitar, querido.

El despachante de aduanas es una arista en el poliedro de los artistas marciales... personajes de temperamento muy particular y relacionados con diversos tipos de porteños.

Aunque debo advertir que el Tae-kwon-do-ka es diferente a los practicantes de las disciplinas del Bu-do.

Como que el Tae-kwon-do-ka come vacío y el Bu-do-ka come colita de cuadril.