Olga labura todo el día, dándole, dándole y dándole. Es una fiera. Su jefe es muy exigente y católico. Ella también. Está harta de los políticos: cuanto cacerolazo háiga, ella sale a la calle a darle cucharazos a la cacerola.
Olga charla basante por teléfono en el laburo. Cotorrea la mayor parte del tiempo, o sino ayuda al inútil del marido. Es un poquito autoritaria y prejuiciosa. No le gustan los judíos ni los gitanos. Quisiera poder volver a viajar a Miami algún día. A veces, cuando se le complica mucho la vida, va al santuario del Santito que queda en Once, le reza y le lleva alguna ofrenda.
Olga charla basante por teléfono en el laburo. Cotorrea la mayor parte del tiempo, o sino ayuda al inútil del marido. Es un poquito autoritaria y prejuiciosa. No le gustan los judíos ni los gitanos. Quisiera poder volver a viajar a Miami algún día. A veces, cuando se le complica mucho la vida, va al santuario del Santito que queda en Once, le reza y le lleva alguna ofrenda.
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