Camilo compone a partir de las experiencias límite. Sus instalaciones transportan al observador a otro universo… otra realidad basada en la imagen, los objetos y la música que él crea a partir de lazos tenues y a veces disonantes; los cuales conforman un plano sensorial atípico y esencialmente onírico.
Camilo es un forro que se hace el misterioso y no puede hilar tres palabras sin intercalar “mmm” o “ehmm”.
13 comentarios:
jajajajajaj
Me inspiré en uno que te saludó, ja!!
Camilo es muy chick
Exacto, es chic en todos lados.
Camilo pide té helado en bares de Boedo: "Excúseme, ehmmm, señor, quisiera una infusión, no tan fuerte, ni tan, emmm, mmm... Digamos: 'revitalizadora'... O sea.. ehmmm.. Frsca, helada, vital"
Y el señor mozo -viendo a ese desubicado de remera rosa gastada con escote en V, saco de pana con parches de telas antiguas y anteojos negros- da media vuelta y le trae un café doble bien negro, para que se haga de abajo y la próxima vez explique mejor o se ubique.
seguro que Camilo dice " nada" cada dos palabras.
Tal cual.
"Nada". La muletilla de aquellos que tienen una leve conciencia de la precariedad de su discurso y por vergüenza se les escapa: "Nada. creo que esto tiene que, ehmmm, tiene que verse más brillante. Nada"
mi amiga vane, que la lúcida la conoce, se garchaba a un Camilo, juro, hacía música con lajas, de esas que se ponen en los frentes de las casas, un mamarracho
menos mal que se avivó y ahora se casa con un karateka
Creo que los nombres hacen a las ocupaciones y los padres hacen a los nombres (y a los hombres).
Please denme letra para "El Karateka".
Tengo algo bosquejado sobre un artista marcial... pero no se cómo son en el amor.
cual que me saludó!??!
jajajajaj
como se entregan los corderitos
¡super! seguro que camilo cuando era chico tenía de esos resortes que vendían en los shoppings, unos coloridos que servían para pasarlos, indefinidamente, de una mano a la otra. seguro que un día jugando en las escaleras se le enredó y no pudo más que quedarse mirando hasta que la mamá le pegó con el repasador en la cabeza y lo mandó a lavarse las manos para la cena.
o tal vez no, quién sabe.
Quién sabe... Pero no por ello deja de ser posible ese hecho de la infancia de Camilo.
De chico era miedoso y salía poco de la casa. Después adquirió esa pose de "nada me importa, soy bohemio".
ufff la lista de camilos que tengo!
Nada, joséle, mmmm, pude entrar bien hoy, ehmmm, y surfear a gusto :-)
¡Qué bueno!
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